Más casta. No a la puya retráctil.

Parece que este invierno está de moda hablar de la suerte de varas. Los aficionados más “puristas” la vemos, con pena, reducida a un mero trámite, mientras que los más amantes del toreo exclusivo de muleta la ven como un estorbo, que viene a reducir las “posibilidades de triunfo” de sus mediáticos toreros.

No seré yo quien se niegue ciega e irracionalmente a la evolución. Todo lo contrario mientras se preserve la esencia de la lidia. 

En este contexto aparece la noticia de la aparición de una nueva puya retráctil (aunque lleve ya varios años en pruebas a puerta cerrada). El picador Curro Rivero, y su hermano Emilio idearon esta puya que consta en que la pirámide metálica de la puya es retráctil cuando la cruceta impacta en la piel del toro. De esta forma "se reduce el daño hecho al toro, a la vez que permite meter más veces al toro al caballo al medirse el castigo al animal".

Hasta ahora todo son ventajas, menos daño, más medida en el castigo, más veces entrar al caballo. O no...

Creo (me temo) que lo que hay detrás es convertir la suerte de varas en un paripé donde la falta de medida de la bravura se pretenda compensar con la vistosa ida y venida del toro al caballo. La evolución de la suerte de varas es hacia su dulcificación en favor del triunfo del torero. No de la bravura y casta del toro. 

¿Quién dice que aumentará el número de veces que el toro vaya al caballo? La tendencia es a cumplir la vara como un trámite obligatorio por reglamento. Trámite que más de uno se saltaría si de él dependiera.  Vamos hacia una lidia basada en torear única y exclusivamente de muleta. Lo que parece claro es que al animal se le castiga menos, entonces, ¿Qué pasa con la medida de la bravura?. 

El objetivo de la suerte de varas es medir la bravura (además de ahormar la embestida), no la de intentar no hacer daño al toro de cara a la muleta. Si fuera así bastaría con eliminar esta suerte, o poner una puya de corcho, o una ventosa (permítanme la exageración). Si se trata de que el toro vaya al caballo ¡qué mas da!. ¿no?. 
Se busca más durabilidad (qué palabra fea que convierte al toro en un animal bobo que va y viene favoreciendo la estética y no la épica de la faena) frente a la medición de la bravura.

No me cierro a evoluciones en la fiesta, pero creo que la medición de la bravura del toro es la base. Más vale puyazos mejor dados. Sin barrenar. En el sitio. Mejor será dar la importancia a la vara que se merece. Más casta. No a la puya retráctil.  

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