Roca Rey. Salvemos al juguete.

Roca Rey fue sin duda una gran noticia para el mundo del toro demasiado acostumbrado a ver los mismos toreros de siempre haciendo lo mismo de siempre. 

Pisó Roca Rey los alberos del mundo y con los pies juntos (suerte que domina a la perfección) y el capote a la espalda se pasaba los toros por donde no cabían. Las plazas en pie. 

Luego de marear al toro y al respetable cogía la muleta y pisaba terrenos imposibles. Esos que son del toro y ahí donde cogen. Y lo cogieron. 

Este año ha sufrido dos traumatismos en la cabeza que le hicieron viajar a Estados Unidos y ponerse en manos de un especialista para tratar su dolencia. La última ha sido la cogida en La Feria del Señor de los Milagros  de Lima, y ya van tres parones en América, donde Don Andrés ha sufrido un ‘traumatismo cerrado por asta de toro en la región posterior del muslo derecho que se extiende hasta la región poplítea’, lo que le hacen parar dos semanas más esta temporada, incluyendo la comparecencia en La México, tan necesitada de un reventón en taquilla.

Y ahora digo yo. ¿Hasta qué punto se le puede decir a Roca Rey que baje un poco el ritmo?. Es demasiado joven para llevar tanto percance. Es evidente que ponerse donde lo hace lleva riesgo, pero lleva demasiados sustos. ¿Está preparado para exponer tanto?. ¿No habría que medir un poco más los tiempos en su carrera?. ¿Se lo pueden indicar los apoderados?. Me da la sensación de que están matando la gallina de los huevos de oro. Pienso que sería mejor calmar al torero, decirle que su carrera será larga si sabe dosificarse, pero también entiendo que debe ser difícil parar un caballo desbocado hacia el triunfo. En fin, en lo que creo que coincidimos es que se trata de un pedazo de torero que será referente en el futuro. Cuidémosle entre todos. No le convirtamos en un juguete roto.